miércoles, 2 de febrero de 2011

Columna 19: Rosa, santa limeña


Rosa entre rosas, ésta nuestra que hoy veneramos. Rosa peruana y de América. Tricentenaria santa limeña. Nos viene de lejos la devoción, pero el perfume está intacto en torno de su ermita. Ni azotes de la naturaleza ni azotes de los hombres han podido conmover ni deteriorar su imagen. Muchos los acecidos, grandes las multitudes, enormes las contiendas, es una flor fresca que de pronto se abre al sol o se encoge ante la noche, pero está lista para que el rocío la bañe, prometedor, cada nueva aurora. Rosa de promesas, pero no rosa de un día. Es verdad que está en los altares, pero sabemos nosotros que es nuestra y nos visita y alienta porque vemos su imagen repetida en los rostros de muchas de nuestras campesinas en las cuestas, y en las rollizas mejillas de nuestras selvícolas, o en la alegría de los tambores negros de nuestra costa. Rosa del Perú, Santa Rosa de Lima. Pero no rosa de alegorías, hoy. No pretexto para cantos solemnes y olvidarnos de lo necesario que es repetir su ejemplo en los hombres, en la sociedad, para el mundo. Cristo necesita hombres, es verdad. Los necesita en los surcos, en las fábricas, en las escuelas, en los hospitales, en los laboratorios, en toda actividad humana, así como es verdad que también los necesita en el dolor. Servir al hombre es servir al Señor. Servir al mundo es servir a la iglesia. Estar en el mundo, en la lucha diaria y trágica del mundo, es estar en el sudor que Dios diseñó para que forjásemos nuestra vocación humana.

1 comentario:

  1. Columna publicada el 30 de agosto de 1976, fecha en que se celebra el Día de Santa Rosa de Lima.

    ECH

    ResponderEliminar