jueves, 17 de febrero de 2011

Columna 99: Vacaciones del Director


Esta semana finaliza en vísperas de viaje. La columna del director se estará quieta unas buenas semanas. Se agitará acá el cotarro, se empinarán algunos grupos para que los vean como si fuesen graves partidos políticos, muchas firmas apoyarán los derechos humanos, y otras tantas vociferarán  porque acaban de incumplirlos quienes los afirmaban denodadamente antes de ayer. Saldrán los estudiantes a decir sus lisuras en pancartas, y saldrán los maestros, con su carita de ángeles, a sonreír por las lisuras de los muchachos. Algunos agitarán pañuelos blancos. Otros bregarán para seguir adelante. Los unos buscarán una unidad monolítica, como de piedra. Por prados y vergeles avivarán los otros su inquietud. Habrá quienes lancen hurras (con hache) aquí y allá. Y la columna estará sin recoger asomo de esas cosas. Los claustros se echarán a buscar programas y rectores. Los reporteros se darán a vaticinar quiénes ascienden en la Fuerza Armada. La gente inundará los mercados cada fin de semana. Afuera, los mapas seguirán siendo los mismos. Se hablará del petróleo en árabe y en inglés. Los expertos seguirán reunidos en torno de largas mesas redondas sobre la paz, sobre el neutrón, sobre el cáncer, sobre la explosión demográfica. Vendrán nuevos embajadores. Habrá intercambio de condecoraciones. Habrá rumores: que cambiarán ministros, que cambiarán a los directores de periódicos, se insistirá en contra y a favor de la Marginal. Pero la columna se estará callada. El director se toma sus vacaciones; con bigote y todo, se va con su columna bajo el brazo, cual Sansón disminuido.

1 comentario:

  1. Esta columna se publicó el 16 de setiembre de 1977. El Director alistaba maletas para realizar un viaje de vacaciones. Rusia era la tierra escogida, en momentos en que se acercaba un nuevo aniversario de la Revolución de Octubre.

    ECH

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