domingo, 24 de abril de 2011

Columna 122: Moshé Dayán


En los libros de historia, sin duda se repetirá la figura y el nombre de Moshé Dayán. Rostro de hombre indomable. Mirada profunda de ojo certero. Tosco retazo negro cruzado sobre la frente. Era símbolo de un pueblo, de un coraje y de una decisión inquebrantables. Decíamos Israel y deletreábamos Dayán. Leíamos Dayán, y era verdad que comprendíamos Israel. No hubo batalla que no tuviera registrado su nombre en días fatigosos. Luego, no hubo gobierno que no contase con su necesaria voz. Dayán, militar. Dayán, estratega. Dayán, hombre de estado. Dayán, Israel. No era una voz en el desierto. Era todo el desierto poblado por su energía y su voz. Su triunfo nunca parecía ser el de la vanidad sino el de la razón y la fe. En el silencio de hoy, enlutadas las banderas, roncos los tambores, el gran panteón de inmortales se enriquece con su nombre. Alguna estatua sin duda lo retendrá en bronce para las futuras generaciones. Pero nosotros tenemos la sensación de haber perdido algo que nos era necesario y familiar.

1 comentario:

  1. Columna publicada en octubre de 1981, en referencia a Moshé Dayán (1915 - 16 de octubre de 1981), quien fue un militar y político israelí; fue jefe del Estado Mayor del ejército israelí, y desempeñó un papel crucial en la Guerra de los Seis Días.

    ECH

    ResponderEliminar