domingo, 24 de abril de 2011

Columna 119: Las rondas de ayer y de hoy


Cómo cambian los juegos infantiles. Las rondas de ayer tienen hoy sabor amargo. Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan. Piden siempre queso. Siempre piden pan. No les dan. Ahora han dejado muchos niños del mundo de mencionar el pan que menudeaba en nuestras rondas infantiles. Ya no aparece la palabra en los juegos de hoy. Ahora se juega de otro modo. Es una guerra sorda contra el compañero. Es como ir preparándose para la trampa. Una trampa gigantesca nos alcanza en el momento menos esperado de la diversión. Aserrín, aserrán. Todos gritan a más no poder. Los maderos de San Juan. Piden libertad y pan todos los niños del mundo. Angola, Sudáfrica, Rodesia, Irlanda, ¿quién pide pan a esos maderos incansables? ¡Y no les dan! ¿Quién niega el pan? Los maderos de San Juan siguen pidiendo en todas las esquinas de todos los pueblos, y en todas las bocas de todos los niños del mundo. Vamos mejor a darles libertad, aserrín, aserrán. Tienen hambre y sed de justicia. Vamos a darles los derechos humanos. Pero lo que quieren es pan para llegar a ser hombres. Los maderos de San Juan piden eso, y sólo eso. No pasarán decían sus abuelos en la guerra. Y aquí estamos todos, y allá ha quedado el Rubicón. ¿No pasarán? Y ahora están acá, asegurando sus pasos en la arena. No pasarán esos benditos de Dios. Pero pasaron. Aquí están ahora. Sin queso. Sin pan. ¿Y no tienen acaso todo: el poder, el dinero? Sí, todo menos eso. Cuide que su hijo no salga de la ronda señora. Lo espera el lobo allá afuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario