domingo, 24 de abril de 2011

Columna 139: Las Malvinas son argentinas


Cuando, de niño, formaba en los patios estudiantiles argentinos, yo ya sabía que las Malvinas eran de esa nación; no solamente lo decían los textos de historia en que aprendíamos, sino que podíamos leerlo en el corazón y en los ojos de todos los argentinos que, a la hora del himno patrio, rubricaban aquello de “o juremos con gloria morir”. Rosas había sido el degollador de todos los argentinos, en palabras de Lugones, pero él también repetía, sonora su voz engolada y oscuros y lejanos los cristales de sus ojos, que las Malvinas formaban parte del territorio. Por eso había integrado de buena gana la caravana que en nuestras calles armaron los residentes argentinos en Lima. Y de buena gana, “ex toto corde”, proclamo aquí mi interior regocijo por esta reconquista. Claro que cuando uno celebra con el sentimiento estos acontecimientos, se olvida de los deberes que tienen las naciones ante el concierto universal. Pero, a veces, gestos como éstos son decisivos para que el concierto de las otras naciones comprenda cómo no se debe jugar con los sentimientos de un pueblo. ¡Sean eternos los laureles, hermanos nuestros de América! ¡Al gran pueblo argentino, salud!

1 comentario:

  1. Esta columna se publicó el 6 de abril, haciendo referencia al valor desarrollado por los argentinos en la Guerra de Las Malvinas, entre abril y junio de 1982.

    ECH

    ResponderEliminar